Carta para Wendy

Hace unos días me pediste que te escribiera una carta de despedida y no lo hice. La verdad es que me gusta más escribir cuando no tengo que “hacer una entrega”. No sé si leas esto pronto o si tardes algunos días o quizá semanas en leerlo.

Tu boda para mí ha sido uno de esos acontecimientos en los que no logro comprender todo lo que implican hasta el momento en que entro en una especie de limbo y me doy cuenta de que las cosas han cambiado.

Estoy por escribir lo más cursi que he publicado en mi vida, pero ayer por primera vez en la vida, entendí por qué hay gente que llora en las bodas, porque de verdad me conmovió bastante el verte tan feliz. Me alegro mucho por ti. Tu esposo parece un buen tipo.

Fue hasta sexto semestre que empecé a convivir contigo, fue porque te juntabas mucho con Óscar y yo me juntaba con él. Alguna vez en cuarto semestre fuimos a una excursión en el mismo autobús y me di cuenta de que eras una chava muy divertida, pero fue hasta por ahí del año 2000 o 2001 cuando te empecé a tratar más y me di cuenta de lo mucho que vales.

Porque eres la compañera ideal para jugar tabú, porque alguna vez te llamé por tel para decirte “Wendy, nos vemos mañana en la escuela, es que necesito una amiga para platicar” y tú siempre estabas ahí. Porque durante mucho tiempo tu casa se convirtió en nuestra guarida de fin de semana, podíamos quedarnos ahí toda la noche platicando, jugando y tomando café.

Algunas veces tuvimos diferencias ideológicas y teníamos rencillas por eso y porque a veces nuestros carácters chocaban entre sí, o porque a veces no te gustaban las canciones que escribía jaja, pero a fin de cuentas sabíamos que todo estaba bien entre nosotros.

Recuerdo cuando me fuiste a visitar al hospital y cuando viniste a mi casa a visitarme en mi rehabilitación y estuviste aquí conmigo y mi familia cuando me compraron un pastel para celebrar que hacía un mes que había salido bien de mi 2da operación.

Platicar contigo siempre es divertido porque siempre estás riendo y siempre tienes la mente ágil para captar un chiste oculto en una frase cotidiana. Pocas veces uno tiene la fortuna de encontrar amigas tan buenas (en el buen sentido) como tú, porque eres tan comprometida y tan entregada (también en el buen sentido) con los amigos.

Siempre que visitas a alguien te dicen “siéntete como en tu casa”, esto pocas veces es posible, pero en tu casa yo sí me sentí como en la mía, porque ahí pasamos tantos momentos, desde risas, debates filosóficos y hasta peleas…por eso, hace 15 días ver tu casa vacía, sólo con unas cuántas cajas que empaquetaban algunas de tus cosas, fue como vivir ese capítulo final de “Friends” en donde Chandler y Mónica se mudan y en ese momento todos saben que ya nada será igual, pero a la vez, también hay felicidad porque sé que eso te hace feliz.

Me alegro mucho de que te hayas casado y que estés tan contenta, en todo caso, lo que me tiene un tanto melancólico es el hecho de que te has ido a otra ciudad…aunque como dice el Taz “ahora ya tenemos reservación para cuando el clásico sea en el Jalisco”

No sé…creo que te debo tanto…basta decir que en buena medida, es gracias a ti que tengo novia y es gracias a ti que tengo trabajo.

Fue hasta ayer, cuando termino la ceremonia de tu boda, cuando realmente me cayó el “veinte” de que ya no puedo llamarte un viernes para decirte “nos vemos mañana en las canchas”.

Hay tantos momentos, tantas anécdotas, tantos viajes, tantas experiencias y tantas cosas que recuerdo, pero no creo que acabaría si escribiera de todos…sé que ahora te veré menos, pero seguramente habrá muchas cosas más que sigamos compartiendo

Te quiero mucho amiga.














MARCO: la verdad creo que no es exagerar el pensar que algún día estaremos como los tipos que salen en la película de Wall-e. Cada vez la tecnología nos lleva por un camino de holgazanería y comodidad a corto plazo.

CRUZ: queremos lo fácil, lo cómodo, lo sencillo a corto plazo…por eso nos gusta el refresco, porque es dulce el primer trago, pero a la larga el agua es mucho mejor, pero ¿a quién le importa el largo plazo?...ese es el problema

TREZE: es el mismo sistema el que nos envuelve y no es fácil safarse, porque cuando lo haces te pierdes de cosas que crees que son chidas porque así te han dicho que son, como comprar objetos y por el estilo, por eso preferimos esa aceptación, que buscar tiempo para nosotros mismos.

XOCHITL: la decisión de ser o no esclavo de la tecnología, no es algo que tomemos de manera consciente, muchas veces es sólo un acto reflejo de nuestro devenir por la vida.

ILICH: jaja no creo que los infomerciales sean la respuesta

ÁLEX: como una vez me dijo un colega que cuida su alimentación más que yo “cuando me invitan a una comida, tengo que comer antes en mi casa” jajaj, la verdad en todos lados sirven cosas que no son del todo saludables.

ELESSAR: en todas las generaciones se han marcado cambios, por eso los ancianos a veces son tachados de “anticuados” porque ellos pueden vivir si lo “nuevo”. La vida no nos da espacio ni para nosotros mismos.